Para ver la anatomía de todos los elementos que componen nuestro aparato respiratorio, haremos el mismo recorrido que hace el aire al entrar a nuestro cuerpo, por lo que empezaremos con la cavidad nasal.
A continuación veremos los límites y componentes de esta.
La cavidad nasal es una estructura par: dos cavidades separadas por un septo.
(pixabay) |
A continuación veremos los límites y componentes de esta.
La cavidad nasal es una estructura par: dos cavidades separadas por un septo.
Recubierta por
tejido blando: nariz.
Espacios por los que
circula aire, por lo que influyen en la disminución del peso del
cráneo y servir como caja de resonancia, además de regular la
temperatura y humidificación del aire.
Las cavidades
nasales son espacios anatómicos que se encuentran entre el hueso
maxilar, el septo nasal, hueso frontal y esfenoides.
Las cavidades o
senos paranasales son en el frontal, el esfenoidal, el maxilar y las
células etmoidales (anteriores, medias y posteriores).
Determinantes de
fragilidad estructural en la cabeza:
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Articulaciones fibrosas de tipo sutura.
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Presencia de forámenes y fisuras.
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Presencia de cavidades neumáticas.
La relación de los
distintos huesos influye en que al haber fracturas se dañen también
estructuras aledañas.
Huesos de la cara (Wikimedia Commons) |
Nariz:
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Estructura de tejidos blandos que protruye en la mitad superior de la cara o en el tercio medio del rostro, con estructura piramidal.
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Filtra el aire a través de folículos pilosos en la unión muco-cutánea (vibrisas).
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Cubre la aberura piriforme (entrada anatómica de las cavidades nasales) donde participan los dos huesos maxilares (incisuras nasales) y los dos nasales.
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Septo nasal: etmoides, el vómer, y el cartílago del septo nasal.
Huesos de la cavidad nasal, sección sagital medial (OpenStax College, Anatomy and Phisiology, 2013. CC BY 3.0) |
Huesos de la cavidad nasal, sección sagital (más lateral) (OpenStax College, Anatomy and Phisiology, 2013. CC BY 3.0). |
Límites de las
cavidades nasales:
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Piso: hueso maxilar y palatino.
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Pared lateral: principalmente del hueso maxilar, además de la lámina horizontal del hueso palatino.
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Hueso maxilar tiene una apertura muy grande llamada ostium maxilar, que es la entrada del seno maxilar y se estrecha por la presencia de el palatino por posterior, la concha nasal inferior, etmoides (superior) y lacrimal (anterior y superior).
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Hiato semilunar: entre la celdilla etmoidal más grande (bulla etmoidal) y el proceso unciforme del etmoides. Aquí el seno maxilar drena en el meato nasal medio.
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Infundíbulo: conducto que drena al seno frontal al meato nasal medio, se abre en el surco uncibular, muy cercano al hiato semilunar.
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En la bulla etmoidal hay un pequeño orificio por donde drenan las celdillas etmoidales posteriores y medias. Estas drenan en el meato nasal medio.
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Techo: parte del cuerpo del esfenoides, el etmoides, la espina nasal del frontal y el contorno inferior de los huesos nasales.
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Las vibrisas se encuentran hacia inferior a la línea muco-cutánea.
Senos paranasales (Michal Komorniczak, Wikimedia Commons, CC BY-SA 3.0) |
Inervación
y vascularización.
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El nervio maxilar es una rama terminal del nervio trigémino (PC V) que cruza el techo de la fosa pterigopalatina, donde da varios ramos, siendo uno de ellos el nervio pterigopalatino (para el septo) y, lateralmente, los ramos posteriores laterales superiores y medios (conchas nasales superior y media).
Distribución de los nervios maxilar y mandibular (Gray, 1918. Anatomy of the Human Body). |
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La mucosa de la concha nasal inferior es inervada por el nervio nasal posterolateral inferior (del nervio palatino mayor).
Ganglio esfenopalatino y sus ramas (Gray, 1918. Anatomy of the Human Body). |
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Irrigación: arterias etmoidales anteriores y posteriores, ramas de la arteria oftálmica (rama de la carótida interna).
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La pared lateral e inferior son irrigadas por al arteria maxilar, que además irriga al seno maxilar y las celdillas etmoidales anterior y medias.
Ramas de la arteria maxilar (Gray, 1918. Anatomy of the Human Body). |
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En el plexo anterior del septo se forma una red vascular, que permite explorar si una epistasis se debe a ruptura o no. Es más grave si es posterior al septo.
Arterias del septo nasal (FirstAdmiral, Wikimedia Commons, CC BY-SA 3.0 DE). |
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